Es una de las películas de la temporada cinematográfica, no voy a descubrir nada a estas alturas, y era mi favorita para los Oscar de este año. Fue el pasado año la ganadora en Cannes, la segunda Palma de Oro en tres años para un película de Michael Haneke, y varios meses después se llevó el Oscar a mejor película extranjera. Para terminar de avalar el asunto, un dúo protagonista de lujo, Emmanuelle Riva y Jean-Louis Trintignant. E Isabelle Huppert de secundaria de lujo. Lo tenía todo para romper. Y me gustó muchísimo. Se llama Amour, un título que no hace falta que traduzca.
Lo hace sobre todo por una historia dura y cruda, un puñetazo en la boca del estómago a través de una historia de amor entre dos músicos octogenarios cuya vida tranquila cambia cuando ella sufre un pequeño ataque cerebral. Y ahí empieza el principio del fin. Contar cualquier cosa a partir de ahí tiene riesgo de spoiler, así que no entró más allá. Simplemente decir que el final es maravilloso, poético, perfecto. Por favor, vedla.
La película tiene como escenario París. Transcurre casi exclusivamente en el interior de la casa de la familia, un piso anclado en otra década, de techos altos, bordes dorados en las puertas. Una casa burguesa en un edificio haussmaniano y con una pareja de porteros del sur de los Pirineos (él español, ella portuguesa). Fuera de ahí el escenario parisino más destacado es el interior del Thêatre des Champs-Elysées (15 Avenue Montaigne, en el VIIIème, entre los Champs-Elysées y el Pont d'Alma), que sale al principio de la película y que es donde la pareja protagonista escucha a un pianista de éxito que fue alumno de ella y que interpreta Alexandre Tharaud, también pianista en la vida real.
AMOUR, de Michael Haneke (Francia/Austria-2012). Con Emmanuelle Riva, Jean-Louis Trintignant, Isabelle Huppert, William Shimell, Alexandre Tharaud, Ramón Agirre, Rita Blanco
Lo hace sobre todo por una historia dura y cruda, un puñetazo en la boca del estómago a través de una historia de amor entre dos músicos octogenarios cuya vida tranquila cambia cuando ella sufre un pequeño ataque cerebral. Y ahí empieza el principio del fin. Contar cualquier cosa a partir de ahí tiene riesgo de spoiler, así que no entró más allá. Simplemente decir que el final es maravilloso, poético, perfecto. Por favor, vedla.
La película tiene como escenario París. Transcurre casi exclusivamente en el interior de la casa de la familia, un piso anclado en otra década, de techos altos, bordes dorados en las puertas. Una casa burguesa en un edificio haussmaniano y con una pareja de porteros del sur de los Pirineos (él español, ella portuguesa). Fuera de ahí el escenario parisino más destacado es el interior del Thêatre des Champs-Elysées (15 Avenue Montaigne, en el VIIIème, entre los Champs-Elysées y el Pont d'Alma), que sale al principio de la película y que es donde la pareja protagonista escucha a un pianista de éxito que fue alumno de ella y que interpreta Alexandre Tharaud, también pianista en la vida real.
AMOUR, de Michael Haneke (Francia/Austria-2012). Con Emmanuelle Riva, Jean-Louis Trintignant, Isabelle Huppert, William Shimell, Alexandre Tharaud, Ramón Agirre, Rita Blanco