
Lo hace sobre todo por una historia dura y cruda, un puñetazo en la boca del estómago a través de una historia de amor entre dos músicos octogenarios cuya vida tranquila cambia cuando ella sufre un pequeño ataque cerebral. Y ahí empieza el principio del fin. Contar cualquier cosa a partir de ahí tiene riesgo de spoiler, así que no entró más allá. Simplemente decir que el final es maravilloso, poético, perfecto. Por favor, vedla.
La película tiene como escenario París. Transcurre casi exclusivamente en el interior de la casa de la familia, un piso anclado en otra década, de techos altos, bordes dorados en las puertas. Una casa burguesa en un edificio haussmaniano y con una pareja de porteros del sur de los Pirineos (él español, ella portuguesa). Fuera de ahí el escenario parisino más destacado es el interior del Thêatre des Champs-Elysées (15 Avenue Montaigne, en el VIIIème, entre los Champs-Elysées y el Pont d'Alma), que sale al principio de la película y que es donde la pareja protagonista escucha a un pianista de éxito que fue alumno de ella y que interpreta Alexandre Tharaud, también pianista en la vida real.
AMOUR, de Michael Haneke (Francia/Austria-2012). Con Emmanuelle Riva, Jean-Louis Trintignant, Isabelle Huppert, William Shimell, Alexandre Tharaud, Ramón Agirre, Rita Blanco